A los 62 años, Raúl recibe la noticia del suicidio de Marcela, su amor de juventud. El impacto lo obliga a revivir aquel invierno de 1980 en Buenos Aires, cuando ambos eran apenas unos adolescentes intentando escapar de un país asfixiado por la dictadura. Ella, enfrentando un embarazo inesperado; él, aferrado a la ilusión de huir juntos a una playa lejana. Pero el destino, tan implacable como el contexto que los rodeaba, los alcanzó antes de tiempo. Décadas después, los recuerdos regresan como un eco de amor y pérdida que nunca terminó de apagarse.